MI CORAZÓN HECHO LUZ PARA EL MUNDO

El hombre es por naturaleza y por vocación un ser religioso. Viniendo de Dios y yendo hacia Dios, el hombre no vive una vida plenamente humana si no vive libremente su vínculo con Dios.

 El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, en quien encuentra su dicha. (catecismo de la Iglesia)"Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, no habrá ya para mí penas ni pruebas, y mi vida, toda llena de ti, será plena" (S. Agustín, conf. 10,28,39). 

Nuestro encuentro con Dios que es lo Absoluto, hace que nuestro corazón se llene de paz, amor y gozo; esto quiere decir de LUZ, pero como dice Jesús, una lámpara no se enciende para colocarla debajo de la mesa, todo lo contrario para iluminar nuestra morada, nuestro camino y el de los demás.

Entonces esa luz debe ser reflejo de mi encuentro con el Supremo y ésta a la vez dará calor al que tiene ansia de conocer el misterio más grande sobre la tierra " El amor hecho hombre" " El amor que se entrega al hombre" " El amor trasformado en Pan en el altar".

¿Estaremos dispuestos hacer esa luz?