domingo, 23 de agosto de 2015

SANTA ROSA DE LIMA, MUJER VIRTUOSA

Todos conocemos los valores  espirituales que enseñó Jesús a través del Evangelio,  los manifestó a lo largo de toda su vida, valores que hoy podrían servirnos como ejemplo de una vida pura, que estaba fundamentada en la verdad, pues Santa Rosa de Lima es el reflejo de ellos; su santidad era producto de haber cultivado los valores espirituales, que nuestro Creador puso en su  corazón.
Santa Rosa de Lima vivió intensamente  el  valor universal de  la “verdad”, fuente de todos los valores, por eso es que en su vida se cumplió la promesa que nos había dejado Jesús, cuando dijo: El que cree en mí, de su interior correrá ríos de agua viva.  De ella fluían como ríos el Espíritu Santo de Dios, que resplandecía  su rostro y se manifestaba en su vida.
Por ello fue símbolo de los Valores de la verdad, la justicia, la pureza, la unidad, la paz, la armonía, la vida. Valores que hoy cada familia deben  difundirlos a nuestra adolescencia y juventud, por esta  razón   San Juan Bosco decía: Si comenzamos a ser bondadosos en la juventud, lo seremos para el resto de la vida.  Los Santos, como Santa Rosa,  han cultivado este valor y han comenzado a servir a Dios desde la más tierna edad.
La vida de Santa Rosa de Lima estaba fundamentada en la verdad, de tal manera que todos los valores Espirituales fluían de su corazón, haciendo justicia a los más pobres, teniendo misericordia de los enfermos, amando al mundo sin diferencia alguna y entregando su alma a Jesús, “su esposo”. Así mostraba que ella propició la unidad y la paz que debe existir en el mundo, y la libertad del desposeído y oprimido por el más fuerte.
Es importante aclarar que Santa Rosa de Lima no fue religiosa, ella santificó al mundo en el seno de su familia, fue laica (tercera orden dominica) comprometida del Señor, y desde esta condición realizó el proyecto jamás visto en la historia de la humanidad, que es el camino al cielo, hacia el trono de Jesús. 


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