sábado, 14 de abril de 2012

LA DIVINA MISERICORDIA


Cuando Dios quiere revelar un mensaje a la humanidad, no busca a los más importantes y sabios, sino que se revela a través de los más sencillos y humildes, que saben ser dóciles a sus inspiraciones y gracias. Este es el caso del mensaje de la Divina Misericordia dado a la Santa Hna. María Faustina Kowalska, religiosa polaca, instrumento elegido y probado por el Señor.

Rosario o Coronilla de la Divina Misericordia.

“Por el rezo de este Rosario, me complace dar todo lo que me pidan. Quien lo rece, alcanzará gran Misericordia en la hora de su muerte. Aunque sea un pecador empedernido, si reza este Rosario, aunque sea una sola vez, logrará la gracia de mi infinita Misericordia”.

“Cuando los pecadores recen este Rosario, llenaré sus almas de tranquilidad, y será feliz la hora de su muerte. No les afectará el temor. Mi Misericordia les amparará en esta última lucha”.

“Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo”

“Cuando recen este Rosario al lado del moribundo, me pondré entre el Padre y el alma moribunda, no como justo Juez, sino como Redentor Misericordioso”.

“A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte”.

“Hija mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz”.

“Los Sacerdotes ofrezcan este Rosario a los pecadores, como el último socorro”
“Oh, ¡qué enorme caudal de gracias derramaré sobre las almas que recen esta Coronilla. Las entrañas de mi Misericordia se enternecen por aquellos que rezan la Coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos”.







Modo de rezarla:

Se reza con un rosario común.

Cada día reza un Padrenuestro, Avemaría y Credo, y luego con las cuentas del Santo Rosario:

Reza 5 decenas. Comienza cada decena así:

“Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero”.

Sigue e implora al Padre Eterno 10 veces, en cada decena:

“Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Al final, repite 3 veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Y después, es bueno terminar con una Salve a la Virgen.